La salsa secreta de Swiss Butter está de toma pan y moja

El restaurante Swiss Butter desembarcó en España este verano después de triunfar en ciudades como Londres o Dubái. Está en Madrid, en la Calle de Zurbano, 95, en pleno distrito de Chamberí. Tres platos principales: pollo, ternera o entrecot y salmón. Todos ellos, acompañados de su salsa secreta a base de mantequilla suiza, hierbas y especias.

Platos a la brasa acompañados de su famosa salsa a base de mantequilla

Tenía muchas ganas de ir al restaurante Swiss Butter y aproveché en cuanto supe que está en Madrid. Como amante de la carne, me decidí por el entrecot y acerté de lleno. Para beber, pedí limonada natural. La salsa secreta a base de mantequilla suiza y una selección de hierbas y especias está buenísima y casa muy bien con el entrecot. También con el resto de platos. Probé el salmón y estaba delicioso. Todos los platos van acompañados de una guarnición de patatas fritas o asada (yo pedí la asada), lechuga rizada, pan y copos de chile molidos para darle un toque extra de picante a la salsa.

España es su segundo restaurante en Europa después de abrir en Londres. Fuera del continente europeo, la firma tiene presencia en Emiratos Árabes Unidos con locales en Dubái y en Abu Dabi. En Arabia Saudita tiene tres restaurantes en Riad. En el Líbano también tiene presencia con varios establecimientos.

Carta reducida, pero excelente calidad y ejecución de los platos

Salmón en salsa Swiss Butter

La carta es reducida pero tiene opciones para todos los gustos: carne, pollo o pescado. Todos acompañados de su salsa estrella.

La cantidad está bastante bien y con la guarnición acabé saciada, pero no tanto como para renunciar a un dulce final. De postre, tenía muy claro que quería probar el pain perdu. Un brioche caliente coronado con una bola de helado de vainilla y cubierto de una salsa de caramelo que era una auténtica locura.

Postre: Pain perdu en Swiss Butter

Mi experiencia en Swiss Butter Madrid fue excelente y es un sitio que recomiendo cien por cien. Nos atendió Thalía y además de eficiente fue súper amable. Nos fuimos muy contentas y con ganas de probar el pollo y los otros postres de la carta. He oído maravillas del molten de chocolate, así que lo dejo para mi próxima visita.